Jajaja. Muchas veces he escrito en este espacio que la soledad estará acompañándome, pero desgraciadamente no puedo evitar confiar en alguien, en alguien indebido que luego de un rato me hace daño.
Bueno, cambiando de tema, el clima al menos acá en Bogotá está volviendo a la normalidad. Lo digo porque hace apenas seis meses esta era la tierra del ambiente húmedo, frío y lúgubre; con un cielo gris y normalmente con poco sol, pero resulta que llego este 2007 y me encuentro con una época veraniega similar a la que se viviría en un desierto: Sol desde las 6-7am hasta las 6-6:40pm. No digo que fuera del todo molesto, sin embargo las causas de semejante cambio no son para nada despreciables, esa es la mano del hombre sobre la naturaleza.
Bogotá con semejante solazo no es la misma, creo yo. Como que no me sentía en el mismo lugar del cual me había ido transitoriamente. Apenas ayer mientras venía de la Universidad pude sentir de nuevo en el ambiente esa mezcla de agua, frío y oscuridad de siempre. Mi abuelita anda feliz con que haya vuelto a llover; yo también, aunque me toque cargar de ahora en adelante más cosas en la maleta.
Ahora, cuando ya se sienten de verdad las consecuencias de la contaminación, tema que por cierto todavía no es que le importe a mucha gente, me pregunto: ¿será que mis hijos –si es que tengo- van a poder ver algo del mundo que yo conocí?
Hace apenas un añito mi papá me regañó porque me puse a pelear con mi hermano porque botó un papel por la ventana del carro, pero ¿y ahora será que ya me creen que botar papelitos es malo? Ya como que hay que tomar conciencia; creo que la tierra es como una mascota: si no la cuidamos se nos muere…. La diferencia es que si se nos muere nos morimos con ella…………….jejeje.
