lunes, octubre 05, 2015

Lunes en la noche.

Hoy estoy ansioso.
Ya van algunas decenas de palabras borradas. Comenzar siempre es difícil; sobretodo cuando ni siquiera sabes exactamente qué quieres transmitir. Son muchas cosas, tal vez. Es como que el destino castiga el exceso de palabras con la ausencia de público…

Generalmente las palabras son concebidas a partir de reflexiones y acompañadas de sentimientos. Terminan siendo una especie de vehículo de esos sentimientos; una transformación a un producto relativamente comprensible para aquellos seres humanos que tienden a estar ahí para escucharnos y permitirnos una descarga sentimental. Desafortunadamente, esa presencia humana se hace cada vez menos frecuente.

Y es que hay una serie de situaciones y personajes que me hacen volar a otros mundos, pensar en escenarios improbables y hasta simularlos en lo que creo que se llama “imaginación”, para darme cuenta con impotencia que no hacen parte de mi realidad actual. Me gustaría hacer esto, o lo otro, ir allá, correr, nadar. Me encantaría perder la noción del tiempo y de la vida misma en una pista de baile durante momentos infinitos. Me gustaría actuar, expresar todo este peso sentimental con exageraciones, con carcajadas gigantes, gritos y lamentos. Terminar riendo, rendido en las tablas. Me gustaría caminar por caminos desconocidos y perderme sin temor. Y perderme acompañado. Pero como ya lo dije, la presencia humana se hace cada vez menos frecuente. (Y yo sé, es irónico, en un mundo donde la sobreproducción de humanidad arrasa con el mundo mismo).

Hoy estoy ansioso por exceso de emociones y por falta de expresión. ¿Qué pasó? –me preguntó un desconocido. Nada! No ha pasado nada… o tal vez sí. Hoy me sentí solo una vez más. Y como castigo a la soledad, las emociones y con ellas las palabras comenzaron a brotar. Hoy quería hablar sobre teatro, sobre fiesta. Quería hablar de trabajo, de ideas y de situaciones. Quería desarrollar teorías completas sobre el comportamiento humano! Pero estaba solo.


Estaba solo y decidí ver youtube, a ver si alimentando el cerebro con basura en la soledad, dejaban de brotar palabras.