Hoy
estoy ansioso.
Ya van
algunas decenas de palabras borradas. Comenzar siempre es difícil; sobretodo
cuando ni siquiera sabes exactamente qué quieres transmitir. Son muchas cosas,
tal vez. Es como que el destino castiga el exceso de palabras con la ausencia
de público…
Generalmente
las palabras son concebidas a partir de reflexiones y acompañadas de
sentimientos. Terminan siendo una especie de vehículo de esos sentimientos; una
transformación a un producto relativamente comprensible para aquellos seres
humanos que tienden a estar ahí para escucharnos y permitirnos una descarga
sentimental. Desafortunadamente, esa presencia humana se hace cada vez menos
frecuente.
Y es
que hay una serie de situaciones y personajes que me hacen volar a otros
mundos, pensar en escenarios improbables y hasta simularlos en lo que creo que
se llama “imaginación”, para darme cuenta con impotencia que no hacen parte de
mi realidad actual. Me gustaría hacer esto, o lo otro, ir allá, correr, nadar. Me
encantaría perder la noción del tiempo y de la vida misma en una pista de baile
durante momentos infinitos. Me gustaría actuar, expresar todo este peso
sentimental con exageraciones, con carcajadas gigantes, gritos y lamentos. Terminar
riendo, rendido en las tablas. Me gustaría caminar por caminos desconocidos y
perderme sin temor. Y perderme acompañado. Pero como ya lo dije, la presencia
humana se hace cada vez menos frecuente. (Y yo sé, es irónico, en un mundo
donde la sobreproducción de humanidad arrasa con el mundo mismo).
Hoy
estoy ansioso por exceso de emociones y por falta de expresión. ¿Qué pasó? –me preguntó
un desconocido. Nada! No ha pasado nada… o tal vez sí. Hoy me sentí solo una
vez más. Y como castigo a la soledad, las emociones y con ellas las palabras
comenzaron a brotar. Hoy quería hablar sobre teatro, sobre fiesta. Quería
hablar de trabajo, de ideas y de situaciones. Quería desarrollar teorías
completas sobre el comportamiento humano! Pero estaba solo.
Estaba
solo y decidí ver youtube, a ver si alimentando el cerebro con basura en la
soledad, dejaban de brotar palabras.