En este escrito hablo de esas personas a las que podemos atribuirle este título. Normalmente son pocos, pero ¿cómo podemos identificarlos?
Creo que todos nos hemos hecho esa pregunta alguna vez. Yo no tengo la respuesta, cada vez hay experiencias que te hacen cambiar de punto de vista. Hay gente que llega a nuestra vida, se vuelve muy importante y luego se va; hay otros que nunca se acercan pero que te sorprenden con algo que nadie más haría por ti. También están los que al principio no eran importantes pero con el tiempo lo terminan siendo… hay muchos tipos de personas y con tantas actitudes diferentes uno al final no sabe a quién puede llamar amigo y a quién no.
Hace poco tuve una conversación con par amigos acerca de esto… creo que ellos la tienen más clara que yo.
Cuando vez que ellos hacen planes para toda la vida con aquellas personas que ellos consideran sus amigos, cuando lloran porque sus amigos no hacen lo que ellos esperaban que hicieran por ellos, cuando te dicen “te extraño” y sientes que es cierto, cuando vez que puedes contar todo lo que quieras y que no serás juzgado, cuando de verdad sientes un apoyo para todo, absolutamente todo, ahí te das cuenta la dimensión de la palabra amigo.
Y hoy escribo acerca de esto porque siento que necesito hacerlo. Y es que yo estoy lejos de mi pasado, del lugar donde se supone que tengo mi vida; sin embargo hace poco llegaron algunos de mis amigos de allá y tengo tantas ganas de verlos como ganas de ver una película cualquiera en el cine. Ahora creo que encontré personas que me han dado realmente un apoyo incondicional y se siente bien.
Et voilà, c’est la vie.
